El impacto de la alimentación y los tóxicos en la piel

Muchas de las afecciones de la piel están relacionadas con la alimentación y la cantidad de tóxicos que tenemos en nuestro organismo ya que puede ser un órgano que actúe de limpieza en cierto modo. Los problemas de la piel pueden tener diferentes bases o causas como hormonales, desajustes en microbiota y/o de base autoinmune, entre otros. Para cada una de esas bases o casuísticas, podemos aplicar diferentes soluciones:

1. Causas hormonales:

El papel de las hormonas en la salud de nuestra piel es fundamental porque participan en la inflamación de esta, así es cómo se regeneran y hacen procesos de limpieza las células y en la producción de sebo. Cuando llevamos a cabo una dieta proinflamatoria o incluimos tóxicos por las diferentes vías (oral en los alimentos, contaminación del aire, cremas o maquillajes vía tópica…), se producen estos daños en la piel. La acumulación de tóxicos y disruptores endocrinos provoca que nuestras hormonas dejen de funcionar o estar reguladas ya que estas sustancias imitan su función haciendo que nuestro cuerpo no sepa identificar cuál es el “bueno” y cuál el “malo”.

Estos desajustes hormonales pueden provocar problemas de la piel como ocurre por ejemplo en el SOP con el acné, el hirsutismo o vello facial y una piel más grasa. Cuando incluimos carbohidratos refinados como el azúcar, se generan picos de glucosa e insulina que se relacionan con los brotes de acné. También, los desequilibrios de estrógenos o progesterona que ocurren de forma natural y esperada en etapas como la menopausia o el embarazo desencadenando una piel más sensible y con sequedad y que, por tanto, conllevan que hagamos ajustes en nuestros hábitos para corregirlo. Y, en otros casos no esperados, como etapas de estrés crónico donde la piel expresa este daño por los picos de cortisol que se generan y que provocan cascadas inflamatorias que terminan en psoriasis o eccemas.

2. Desajustes en nuestra microbiota

Los desajustes en la microbiota intestinal van a desencadenar problemas en nuestra piel. Esta relación es algo que se está investigando y que cada vez más, se encuentra una relación muy estrecha. Y, es que al final, nuestra microbiota tiene un papel en la inmunidad, en la absorción de nutrientes y limpieza de esos tóxicos. De hecho, uno de los principales problemas se basa en el intestino permeable ya que esa barrera intestinal está alterada y, digamos, que es como si se abrieran esas paredes intestinales dejando pasar a esos tóxicos. Cuando estos pasan a sangre, provocan una cascada inflamatoria y en nuestro sistema inmune que provoca alteraciones en la piel como la rosácea, eccemas, dermatitis atópica o brotes de acné.

Y, al igual que afecta el intestino permeable, también lo hace la disbiosis, esa alteración de bichitos “buenos” y “malos” en nuestro intestino. Esto puede influir en que aparezcan enfermedades autoinmunes relacionadas con la piel como es la psoriasis. Esta microbiota intestinal se mantiene equilibrada cuando llevamos una dieta antiinflamatoria rica en pre y probióticos, omega 3 y antioxidantes, una vida más relajada y una ingesta de tóxicos mínima. Si no logramos este equilibrio, se genera una inflamación crónica, alteración de la respuesta inmune y problemas intestinales.

3. Problemas autoinmunes

Ligado a lo anterior, si tenemos genética autoinmune de patologías de la piel, debemos vigilar la dieta y la exposición a tóxicos. Estos van a provocar en la psoriaris, en la dermatitis o en el lupus (que, aunque es sistémica, la piel también se ve afectada), que haya un mayor número de brotes y una piel más sensible. Las células de la piel y capas superficiales se dañan provocando descamación, rojeces, picores, eccemas…

Por tanto, vigilar los contaminantes del aire, los cosméticos y cremas que compramos mirando bien sus componentes, los alimentos envasados priorizando cristales o al natural frente a plásticos, metales pesados de los pescados grandes, productos de limpieza o pesticidas…; van a provocar unos resultados más beneficiosos en nuestra piel. Recomendamos llevar a cabo un enfoque integral que nos ayude trabajando desde la prevención.

Mireia Elías, Dietista-Nutricionista Col.MAD00190 y fundadora de Alimentación 3S.