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Epilepsia Infantil: Pautas de Gestión Familiar

EPILEPSIA - 27 de octubre de 2024

La epilepsia infantil es un trastorno neurológico que puede generar gran preocupación y estrés en las familias. Comprender la enfermedad y aprender a gestionarla adecuadamente es fundamental para mejorar la calidad de vida tanto del niño afectado como de sus seres queridos. Desde un enfoque psicológico, es importante abordar tanto los aspectos emocionales como prácticos que acompañan a esta condición.

La epilepsia se caracteriza por convulsiones recurrentes causadas por una actividad anormal en el cerebro. Las causas pueden ser diversas, desde factores genéticos hasta lesiones cerebrales. Este trastorno produce una gran incertidumbre en la familia debido a la imprevisibilidad de las crisis pudiendo esto, a su vez, generar ansiedad y preocupación constante en los padres y cuidadores.

Pautas para la Gestión Familiar

  1. Educación y Conciencia: Es crucial que la familia adquiera un conocimiento profundo sobre la epilepsia y sus consecuencias tanto familiares como personales, que ayuda a reducir el miedo y la incertidumbre. Participar en grupos de apoyo y asistir a talleres educativos puede ser muy beneficioso.

  2. Comunicación Abierta: Fomentar un ambiente donde el niño se sienta cómodo hablando sobre su condición es fundamental. Los padres deben asegurarse de que el niño entienda su enfermedad de acuerdo con su nivel de desarrollo. Una comunicación clara y abierta reduce el estigma y ayuda a manejar mejor las emociones relacionadas con la epilepsia.

  3. Manejo del Estrés: El estrés es un factor que puede desencadenar crisis epilépticas. Las técnicas de relajación como la meditación, el yoga y la respiración profunda pueden ser útiles tanto para el niño como para los padres. Además, establecer rutinas diarias regulares y un entorno hogareño calmado contribuye a reducir el estrés.

  4. Planificación de Emergencias: Es esencial que toda la familia y las personas cercanas al niño sepan cómo actuar durante una crisis. Tener un plan de emergencia claro, que incluya la administración de medicamentos si es necesario y cuándo buscar ayuda médica, proporciona seguridad y confianza.

  5. Apoyo Emocional: La epilepsia puede afectar la autoestima del niño y generar sentimientos de aislamiento. Es importante fomentar una red de apoyo emocional que incluya amigos, familiares y profesionales de la salud mental. La terapia individual o familiar puede ser útil para abordar cualquier problema emocional o de conducta que surja.

  6. Adaptaciones Escolares: Trabajar en colaboración con el personal escolar para asegurar que el niño reciba las adaptaciones necesarias es vital. Esto puede incluir ajustes en el horario, modificaciones en las tareas y entrenamiento al personal sobre cómo manejar una crisis.

La epilepsia infantil no solo afecta al niño, sino a toda la familia. Para ello, adoptar un enfoque integral aplicando los puntos mencionados anteriormente es esencial para una gestión eficaz. Con el apoyo adecuado, los niños con epilepsia pueden llevar vidas plenas y activas, y las familias pueden encontrar maneras de sobrellevar los desafíos con resiliencia y optimismo.

Lucía Ongil, Psicóloga Sanitaria Col. M-35082 en Alimentación 3S.

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