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Rosácea: causas, síntomas y tratamientos para controlarla

SALUD DE LA PIEL - 2 de mayo de 2025

El enrojecimiento facial es algo común que todos experimentamos en algún momento. Sin embargo, para muchas personas es más que una reacción pasajera. La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por un enrojecimiento constante en el rostro, principalmente en las mejillas, la nariz, la frente y el mentón. Afecta a muchas personas en el mundo, especialmente a mujeres de mediana edad con piel clara.

Además del enrojecimiento facial, las personas que la padecen pueden padecer otros síntomas, como la aparición de pequeños vasos sanguíneos visibles en la piel, sensación de ardor en la cara, la aparición de pequeñas bultos rojos similares al acné, ojos secos e irritados y, en los casos más graves, un engrosamiento de la piel de la nariz.

A pesar de los avances médicos, se sigue sin conocer la causa exacta de la rosácea, aunque se cree que puede ser una combinación de factores genéticos y ambientales. Hay situaciones que pueden desencadenar los síntomas o el empeoramiento de estos, como la exposición al sol, el estrés, los cambios de temperatura o consumir bebidas calientes, alimentos picantes o alcohol.

Diagnosticar la rosácea no es fácil, ya que no existe una prueba específica para ello. Los dermatólogos deben basarse en la observación del paciente, los síntomas y su historial médico. A menudo, la rosácea se confunde con otras afecciones como el acné, la dermatitis o la psoriasis, lo que hace que el diagnóstico y la prescripción de un tratamiento adecuado se pueda retrasar.

Aunque no existe una cura definitiva para la rosácea, hay diferentes tratamientos para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes que la padecen:

  • Medicamentos de aplicación local, como cremas o geles, suelen ser la primera opción de tratamiento contra la rosácea, ya que ayudan a reducir la inflamación y el enrojecimiento.

  • Antibióticos orales. En los casos más graves, se pueden recetar antibióticos para controlar la inflamación y las lesiones.

  • Terapias con luz. Las tecnologías de láser y luz pulsada son efectivas para reducir la visibilidad de los vasos sanguíneos y el enrojecimiento facial.

Convivir con la rosácea hace que tengamos que cambiar nuestro estilo de vida para poder controlar los síntomas. Algunas recomendaciones para controlar los síntomas son:

  • Usar protector solar a diario

  • Evitar productos tópicos que contengan alcohol o fragancias

  • Identificar los factores desencadenantes mediante un diario de síntomas, y evitarlos

La rosácea también puede tener un impacto psicológico en la autoestima de quienes la padecen, ya que puede causar vergüenza y ansiedad social.

La rosácea puede ser una condición que afecta la calidad de vida de quien la padece, pero con un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado, es posible mantener los síntomas bajo control. Con una mayor concienciación, podemos ayudar a desmitificar esta condición y apoyar a quienes la padecen.

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