ESCLEROSIS MÚLTIPLE - 26 de junio de 2025
Como sabemos, la esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que afecta el sistema nervioso central, causando inflamación, daño en la mielina y síntomas variados como fatiga, debilidad, problemas de coordinación y visión. Nuestros hábitos y, en concreto la dieta que llevamos juegan un papel fundamental en el manejo de la inflamación y en la mejora de la calidad de vida.
En especial, es importante poner foco en que haya una ingesta suficiente de antiinflamatorios presentes en los alimentos en nuestra rutina diaria. Estos alimentos ayudan a reducir la inflamación, proteger las células nerviosas y fortalecer el sistema inmunológico. Entre ellos, podemos encontrar:
Antioxidantes presentes principalmente en frutas y verduras.
Grasas saludables: en especial, nuestro maravilloso omega 3.
Especias y hierbas antiinflamatorias
Almidón resistente y fibra.
Frutas como arándanos, fresas, cerezas y naranjas, y verduras como espinaca, kale y brócoli, contienen compuestos antioxidantes que combaten el estrés oxidativo y la inflamación. Los antioxidantes ayudan a proteger las células del sistema nervioso y a reducir la progresión de la enfermedad. Si los tomamos cocinados, obtendremos mayor cantidad de estos ya que se presentan en una mayor biodisponibilidad.
El aceite de oliva extra virgen, los aguacates, las nueces y las semillas de chía o linaza son fuentes de grasas mono y poliinsaturadas que tienen efectos antiinflamatorios. Estas grasas también favorecen la salud cerebral y nerviosa. Además de pescados grasos como el salmón, la caballa, las sardinas y el atún son ricos en ácidos grasos omega-3, conocidos por su capacidad para reducir la inflamación y mejorar la función cognitiva. Incorporarlos en la dieta varias veces a la semana puede ser muy beneficioso.
La cúrcuma, con su compuesto activo curcumina, y el jengibre tienen propiedades antiinflamatorias potentes. Añadirlos a tus comidas puede potenciar los efectos antiinflamatorios de tu dieta.
Implicados en la microbiota, la cual regula neurotransmisores, en especial, la serotonina. Patatas, boniatos, avena o legumbres aportan estos nutrientes, que ayudan a mantener un sistema digestivo saludable y a reducir la inflamación sistémica.
Sabemos que pasar de la teoría a la práctica no siempre es sencillo, por eso, te enseñamos un ejemplo de receta que incluye todos ellos.
150 g de tu pescado azul favorito (salmón, atún, ventresca, sardinas, caballa, anchoas, melva, boquerones…)
1 taza de espinacas frescas
1 taza de kale o col rizada picada
½ aguacate maduro, en rodajas
½ taza de fresas o arándanos
2 cucharadas de nueces o semillas de chía
1 cucharadita de cúrcuma en polvo
1 cucharadita de jengibre rallado fresco
2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
Jugo de medio limón
Aceite de oliva virgen y pimienta al gusto
Cocina el pescado a la plancha o al horno con un poco de pimienta, cúrcuma y jengibre. Puedes probar la versión cruda macerándolo en especias y aceite.
En un bol grande, mezcla las espinacas y el kale. Añade las frutas, el aguacate y las nueces o semillas. Incorpora el pescado cocido o macerado.
En un pequeño recipiente, mezcla el aceite de oliva, el jugo de limón, la cúrcuma y el jengibre. Bate bien y vierte sobre la ensalada. Mezcla suavemente.
Recuerda que cada persona es única, y lo que funciona para uno puede no ser igual para otro. Es importante trabajar en conjunto la salud para diseñar un plan alimenticio que se adapte a tus necesidades y preferencias.
Incorporar estos alimentos antiinflamatorios en tu dieta diaria puede ser un paso sencillo pero poderoso para cuidar tu sistema nervioso y mejorar tu bienestar general. ¡Tus platos pueden ser tus aliados!
Mireia Elías, Dietista-Nutricionista Col.MAD00190 y fundadora de Alimentación 3S.
Redactado por:
Alimentación 3S