Consecuencias de la anemia en la infancia

ANEMIA FERROPÉNICA - 18 de abril de 2024

La anemia es un grave problema de salud pública que se define como una reducción de la concentración de la hemoglobina por debajo de los niveles considerados normales. Es el resultado de una disminución de la producción o bien de una destrucción acelerada de hematíes, que caracteriza o acompaña a un buen número de entidades patológicas¹. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), representa un desafío significativo en la salud infantil a nivel mundial. Con una prevalencia alta, afectando a casi la mitad de los niños menores de cinco años y a una tercera parte de las gestantes, su impacto se vuelve aún más alarmante².

Los niños menores de dos años son especialmente vulnerables a la anemia debido a su rápido crecimiento y altos requerimientos de hierro. Una combinación de dietas deficientes en hierro, mayor pérdida de hierro por la presencia de parásitos, bajo peso al nacer y episodios frecuentes de infecciones diarreicas los coloca en riesgo significativo.³

Las consecuencias son que, a pesar de que un bebé con anemia puede ser asintomático, hay más señales que nos pueden hacer sospechar como retraso en el crecimiento, respuesta inmunológica disminuida, regulación de la temperatura alterada y síntomas como fatiga, debilidad y palidez.Además, la irritabilidad y el déficit de atención pueden manifestarse, afectando la calidad de vida y el desarrollo psicomotor de los niños.³

Pero la anemia no solo conlleva riesgos inmediatos, sino que sus consecuencias pueden perdurar a lo largo del ciclo de vida de un individuo. Se ha observado que la anemia en la infancia puede afectar al desarrollo cerebral tanto en el corto como en el largo plazo, limitando el potencial cognitivo y motor de quienes la padecen, ya queinterfiere con procesos como la mielinización, el metabolismo de neurotransmisores y la función sináptica. Estos efectos pueden tener repercusiones en el aprendizaje, la memoria y el comportamiento emocional y cognitivo a lo largo de la vida.³

En cuanto a los efectos en el desarrollo motor y mental, la anemia infantil se asocia con un bajo desarrollo motor y cognitivo. Pueden aparecer deficiencias en habilidades motoras finas y gruesas, así como problemas de atención y aprendizaje. Estas dificultades pueden persistir incluso después de corregir la anemia, lo que subraya la importancia de intervenciones tempranas y continuas.³

Las disparidades en la prevalencia de la anemia infantil entre diferentes poblaciones se atribuyen principalmente a factores socioeconómicos, especialmente a la calidad de la alimentación durante el embarazo y la infancia temprana. Este problema no solo afecta la salud individual de los niños, sino que también genera una carga considerable para los sistemas de salud y la productividad económica de las naciones afectadas. Abordar eficazmente la anemia en la infancia es fundamental para promover el desarrollo sostenible y mejorar el bienestar general de la población.¹

Ante las graves consecuencias de la anemia en la infancia, es imperativo fortalecer las estrategias de prevención y tratamiento. Esto incluye promover una alimentación adecuada, mejorar el acceso a suplementos de hierro y fortificar los alimentos para garantizar una ingesta suficiente de este mineral esencial. Además, es crucial invertir en educación y concienciación para aumentar la comprensión de la anemia y sus implicaciones, tanto a nivel individual como comunitario. Solo a través de un enfoque integral y coordinado, que involucre a administraciones, profesionales de la salud y la sociedad en general, podemos mitigar el impacto devastador de la anemia en la salud y el desarrollo de los niños, asegurando así un futuro más saludable y próspero para las generaciones venideras.

Fuentes: